Los auriculares son elementos cotidianos de nuestro día a día. Aquí y allá, en el transporte público, en el ordenador o haciendo deporte al aire libre, los utilizamos constantemente para escuchar música, audios de WhatsApp o programas de radio.

Sin embargo, es a la hora de salir a comprarnos uno cuando nos damos cuenta de que no sabemos qué criterio utilizar para adquirir uno que se ajuste a nuestras necesidades. Por regla general, tenemos en cuenta dos aspectos fundamentales: que el sonido se escuche bien y que sean duraderos.

Esos dos criterios influyen tanto en el modelo elegido como en el precio. Si no nos importa demasiado la marca o creemos que una durabilidad de unos meses está bien, en las tiendas de electrónica podemos adquirir algunos a un módico precio.

Si por el contrario queremos, como suele decirse, tirar la casa por la ventana, podemos ahorrar durante un tiempo o invertir en su compra créditos rápidos online de una cantidad elevada. Nosotros decidimos. En cualquier caso, antes de tomar dicha decisión, es importante saber qué tipos de dispositivos para escuchar sonidos existen y, de esa manera, tener más o menos claro qué queremos y por qué lo queremos.

En esencia los hay de dos tipos: los auriculares de tipo diadema o cascos, de colocación externa sobre el oído; y los auriculares in ear, literalmente,«en la oreja», pues son de colocación interna.

La diferencia fundamental entre ambos reside tanto en el peso como en la comodidad, pues hay personas a las que a la larga la introducción de auriculares puede causarles molestias, mientras que a otras les resulta aparatosa la colocación de una diadema.

Por otro lado, la presencia o ausencia de almohadillas varía tanto la comodidad en cuestión como la forma del sonido.

Las almohadillas cerradas aíslan más del exterior, mientras que las abiertas o de rejilla son susceptibles a la interferencia de ruidos ambientales.

En función de nuestra necesidad de evasión o de establecer contacto con el mundo real, y si solicitamos financiación, por ejemplo préstamos personales  o si usamos nuestra tarjeta de crédito, invertiremos el dinero en un tipo o en otro. Después, solo queda investigar marcas y precios de mercado.